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Etiquetas homosexuales: falsas creencias que muchos homosexuales tienen sobre sí mismos

Etiquetas homosexuales: falsas creencias que muchos homosexuales tienen sobre sí mismos

Falsas creencias y etiquetas homosexuales: Si nos preguntamos qué es la homosexualidad, podríamos definirlo como la atracción sexual hacia el mismo sexo. Una definición sencilla y básica, pero que en la realidad se asocia a una serie de patrones, ideas y conductas que distan y camuflan la identidad del hombre como tal. En verdad se trata de un ser completo y único con la capacidad vital de mejorar y desarrollarse en plenitud.

No decimos esto porque estemos en contra de nadie, ni de ningún modelo de vida. Aún menos, si este se escoge libremente. Pero parte de nuestro trabajo es que se haga posible dicha verdad. Es decir, que no sigas un patrón irreal y estandarizado que alimenta falsas creencias y etiquetas. Esto acaba por no permitirte vivir en libertad contigo mismo y con el mundo que te rodea.

Basándonos en la atracción, la única diferencia entre ser homosexual y ser heterosexual es que el objeto de cortejo cambia. Ya no es el sexo opuesto, sino que es el mismo sexo. (Ya hablaremos más adelante que implica cortejar a otro hombre siendo hombre).

Pero, ¿entonces?

¿Qué tiene que ver eso con ser más sensible, con que me guste ir de compras o que no pueda ser cabeza de familia o un hombre de referencia? ¿O con que no me guste el fútbol, que no sepa defenderme con los puños, que me interese o no algo más que un cuerpo? ¿Qué relación tiene con que sea emocionalmente inestable, que vaya a quedarme viejo y soltero, incapaz de mantener una relación, fiel o no, que sea muy moderno o como dicen algunos… una moderna o una ciclada, exhibicionista, o que me guste Madonna, Beyoncé y que me enamore de vez en cuando dejando mi dignidad en el intento, o derroche mi amor por una foto sin camiseta, que si soy gay pierda mis amigos heterosexuales de siempre y no me acepten como a un igual.

Pues NADA, no tiene nada que ver. Lo que cada ser haga o quiera ser como individuo lo define él. Hemos de ser conscientes de qué somos capaces de mostrar y cómo podemos cambiarlo.

Si no aceptas ese cliché, como es mi caso, no te sientes identificado. Incluso rechazas parte de lo que muchos dan por hecho. Peor aún, eres quien asumes ese rol que está lejos de ti y te dejas llevar por esas ideas. Ideas que son aceptadas por muchos: Lo que pasa, es que vivirás en contra de ti mismo y difícilmente encontrarás el camino para ser un hombre sano, completo y satisfecho.

Una masa mal formulada tiene que deshacerse para cambiar.

Como bien dijo el sociólogo Gustave le Bon (1841-1931). “La masa es siempre intelectualmente inferior al hombre aislado. Pero, desde el punto de vista de los sentimientos y de los actos que los sentimientos provocan, puede, según las circunstancias, ser mejor o peor. Todo depende del modo en que sea sugestionada”. “El sabio y el imbécil se igualan dentro de la masa”

¿Quiero ser ese imbécil o sabio camuflado con una actitud pasiva frente a la vida? ¿Somos parte de un colectivo por el simple hecho de tener una misma orientación sexual?

Puede sonar controvertido y polémico pero no lo es. Se puede ser abierto a todo tipo de pensamiento sin necesidad de juzgar a nadie. Hemos tratado profesionalmente a un gran número de hombres gay que estoy seguro agradecen vivir con normalidad su sexualidad sin que ello ponga en juego su ser.

Hace unos años me dijo un chico joven que vivía en un pequeño pueblo de Madrid con sus amigos y familia:

No quiero decir que soy gay, porque siéndolo, no me siento identificado con lo que se ‘supone’ que es ser gay.

A él y a muchos otros les digo: Ya eres gay y eso no hace que no puedas ser como quieras. Eso lo decides tú.

Sergio Lara

Psicólogo Clínico

IPITIA

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