Soy Marco De Colle, psicólogo clínico, y tengo 40 años.

Mis estudios en psicología siempre han estado muy entrelazados a mi camino vital, ya que ser psicólogo en mi opinión conlleva necesariamente una fuerte y constante búsqueda a nivel personal. Las personas empiezan a sufrir cuando por una razón u otra se alejan de su esencia, con lo cual, para poder ayudar a otros, considero fundamental seguir esforzándome para ser fiel a la mía.

Después de licenciarme en Psicología por la Universidad de Milán (UCSC) en 2004 creía que mi experiencia vital era todavía demasiado reducida para poder dedicarme a la psicología clínica. Así, después de trabajar unos meses en Paris en un proyecto de integración cultural de una empresa, conseguí una Licenciatura Especialista en Psicología del Marketing y de las Organizaciones (2007), me mudé a Barcelona y empecé a trabajar de ello, lo cual hoy en día me permite seguir siendo profesor de IED, Istituto Europeo de Design. Durante esos años estuve viviendo en Canadá, trabajando en Australia y viajando por Asia, pero siempre regresaba a Barcelona, la ciudad con la que sentía mayor afinidad.

Cuando sentí que era el momento volví a acercarme a mi pasión, o sea trabajar con las personas, y en pocos años conseguí un Postgrado en Neuropsicología y un Master en Psicología Clínica y de la Salud, además de realizar formaciones específicas en EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) y Mindfulness aplicado a Trastornos Clínicos. Mientras tanto, estuve trabajando como psicólogo autónomo, como Neuropsicólogo en la Asociación Catalana de Traumatismo Craneoencefálico y como terapeuta de grupo en la Asociación de Trastorno Bipolar de Cataluña.

Fue en 2014 cuando tuve la suerte de conocer a Damián Ruíz, formarme en el Método Analítico – Experiencial, la metodología desarrollada por él, específica para TOC y Ansiedad, y empezar a trabajar en IPITIA, un proyecto apasionante que me motiva cada día más, debido sobretodo a los excelentes resultados terapéuticos que estamos consiguiendo como equipo. Más allá de mi formación y de mis experiencias laborales, creo que lo que más me define cómo psicólogo es mi inquietud por el descubrimiento: de la misma forma que sentía la motivación de buscar dentro de mi a través de los viajes, de la meditación y de una largo análisis bioenergético, cada vez que tengo delante un paciente siento una fuerte motivación a descubrir su esencia y a ayudar a despojarla de los miedos que le impiden manifestarse en su plenitud, y así caminar hacia la liberación de la ansiedad y de sus síntomas obsesivos.