Durante el mes de agosto, hemos hablado de dudas generales sobre Trastorno Obsesivo Compulsivo.
¿Qué causa el TOC? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Qué tipos de obsesiones son las más comunes? ¿Cómo puede llegar a superarse? ¿Cuáles son las dudas principales de los lectores?
Y recuerda que puedes enviarnos las preguntas que desees para resolver tus dudas en nuestro Instagram o Facebook.
Obsesiones y Compulsiones, los síntomas del TOC
Los síntomas principales y definitorios del TOC son las obsesiones y las compulsiones. Pueden tenerse solamente obsesiones (el llamado Trastorno Obsesivo Puro) o, cuando la ansiedad es aún mayor, ambas cosas (TOC).
Las obsesiones son pensamientos repetitivos, constantes e intrusivos en torno a un tema. Provocan un gran miedo y sufrimiento. Pueden llegar a ocupar todo el día, aunque haya momentos breves de distracción.
Los pensamientos obsesivos abarcan gran número de posibles temas: las relaciones de pareja, la posibilidad de hacer daño a alguien, qué pensarán los demás de tí, la propia orientación sexual, la culpa, el pecado, la contaminación, contar y ordenar, etc.
Las compulsiones o rituales son actos repetitivos que la persona realiza con el fin de calmar su ansiedad. Este alivio, sin embargo, es muy fugaz y habitualmente contraproducente.
Las compulsiones pueden agravar el TOC al hacer pensar que si no se realizan estos rituales, algo malo pasará. Esto aumenta la ansiedad. Y las compulsiones cada vez son más exigentes: hay que hacer cada vez más para sentir el mismo alivio.
Esto condena a la persona a realizar estos rituales constantemente, perdiendo mucho tiempo y energía.
Las compulsiones pueden ser conductuales (lavarse las manos, colocar un objeto, realizar una acción…), pero también mentales (repetir palabras, números, realizar comprobaciones…).
Tanto las obsesiones como las compulsiones son un modo en el que la ansiedad se manifiesta. Si el tratamiento se centra en frenarlas, esta ansiedad encontrará otro modo de manifestarse, creando nuevas obsesiones y compulsiones.
Por eso, un tratamiento eficaz se centra en la ansiedad subyacente, ya que cuando la ansiedad vaya desapareciendo, así lo harán en consecuencia tanto las obsesiones como las compulsiones.
Cuál es la CAUSA del TOC
Hay dos causas fundamentales que explican la aparición del TOC y su mantenimiento en el tiempo: la genética y unas circunstancias que producen ansiedad.
En el primer caso, la genética predispone pero no condena: se puede ser vulnerable o tener una tendencia al TOC pero no llegar a padecerlo.
Las personas con TOC normalmente han vivido alguna situación de estrés o traumática en la infancia o adolescencia: acoso escolar, una situación familiar angustiosa, abusos psicológicos o sexuales, etc.
El niño crece aprendiendo a reprimir sus emociones como medida de seguridad. Comienza a racionalizar sus necesidades y su manera de vivir, reservando todo para sí mismo, desarrollando culpa y abandonando su verdadera personalidad.
Esto lleva a un bloqueo psico-biológico que, de no liberarse, acabará generando una personalidad obsesiva. Al aumentar la ansiedad, la persona puede acabar desarrollando un TOC.
En la primera etapa adulta, pueden comenzar a aparecer los primeros síntomas: obsesiones, rituales o incapacidad para realizar determinados actos.
Si no encuentra una vía de escape para su sistema nervioso colapsado, la ansiedad e inhibición acumuladas llevan a un alto estado de tensión interna que puede derivar en el desarrollo de un TOC.
Cuando la ansiedad y pensamientos obsesivos llegan a su mayor nivel, aparece el TOC. La persona desarrolla también una serie de rituales mentales o de conducta que sólo al ser realizados permiten un breve instante de tranquilidad.
Pero de continuar la ansiedad que lo causa, el TOC se perpetúa, aunque la persona intente controlar sus obsesiones y compulsiones. Por eso, para combatir el TOC hay que centrarse en la ansiedad que lo causa.
¿Se puede superar un TOC?
Claramente, nadie puede comenzar una terapia garantizando una curación del TOC. Superar un TOC depende de muchos factores y circunstancias.
Sin embargo, tener TOC no tiene porqué significar estar condenado a una vida de tratamientos infructuosos y medicación constante.
Puede haber una gran mejoría con un tratamiento potente y holístico, que no se centre en los síntomas (obsesiones y compulsiones), sino en las causas de su aparición y mantenimiento (ansiedad y bloqueos mentales).
En IPITIA, en base a nuestra experiencia terapéutica, opinamos que el TOC se puede mejorar sifgnificativamente con el tratamiento adecuado y con mucho esfuerzo. Y que, en algunos casos, hay personas que llegan a vivir una vida libre de obsesiones y compulsiones.
Analizamos las causas de aparición y mantenimiento del TOC: la ansiedad causante de las obsesiones y compulsiones y bloqueos psico-biológicos, así como emociones inhibidas por la rigidez propia de las personas con TOC.
Trabajamos para devolver a la persona su instinto perdido, para dotarlos de nuevos espacios donde ser ellos mismos, para devolverles la capacidad de enfrentarse a sus miedos y tomar una posición en la vida.
Proponemos «entrenar» al paciente en la activación y focalización pulsional, a través del cual el paciente pasa por una serie de procesos vitales que le permiten empezar a poner en marcha aquellos aspectos bioquímicos y cognitivos que fueron bloqueados.
La parte más importante del proceso terapéutico llega cuando el paciente tiene que plantearse cuáles son sus verdaderos objetivos vitales y comenzar a luchar por ellos.
Combatimos la ansiedad y buscamos una salida del entorno que la provoca y una recuperación de los verdaderos deseos de la persona. En consecuencia, su nivel de ansiedad baja y, con él, las obsesiones y compulsiones.
¿Cómo saber si tengo un TOC?
Quien diagnostica un Trastorno Obsesivo Compulsivo es el profesional de la salud mental (psicólogo o psiquiatra).
Sin embargo, puedes acudir a un profesional de la salud mental si sospechas que tienes un TOC.
Estas son algunas claves en las que puedes fijarte:
- Alto nivel de ansiedad.
- Pensamientos obsesivos e intrusivos que duran horas.
Estos dos síntomas son los más importantes.
Se dan siempre que hay un TOC. Pero también puedes tener:
- Constantes dudas en torno a un tema.
- Miedo
- Evitación de lugares, acciones o cosas.
- En los casos más graves, compulsiones (rituales realizados para calmar la ansiedad o evitar que pase algo malo)
- Pensamiento mágico (“si no hago esta acción, pasará algo malo”)
- Etc
Si crees que puedes tener un TOC, puedes contactar con nosotros.
Preguntas de nuestros lectores
¿Por qué las obsesiones y compulsiones no pueden parar?
Las personas con TOC sienten muchas veces que las obsesiones y las compulsiones no pueden parar. La razón de esto se encuentra en la ansiedad.
Las obsesiones y compulsiones son un síntoma del TOC, pero no son la causa de su aparición. La causa es la ansiedad que se manifiesta de esta manera.
La persona con TOC tiene una gran ansiedad fruto de un gran estrés e insatisfacción. Vive en un entorno sofocante en el que atraviesa situaciones (familiares, laborales, románticas, etc.) que no desea, pero de las que no sabe cómo salir o no cree que pueda hacerlo.
Esto produce un alto nivel de ansiedad continuada, lo que deriva en obsesiones y compulsiones.
Habitualmente encontramos que muchas personas e incluso muchas terapias se centran en controlar los síntomas: obsesiones y compulsiones. Como la ansiedad que las produce continúa ahí, las obsesiones y compulsiones no pueden parar.
De hecho, la persona puede dejar de tener una obsesión o compulsión, pero comenzar a tener otras, porque la ansiedad ha buscado un nuevo modo de manifestarse.
Para poder frenar las obsesiones y las compulsiones hay que dejar de centrarse en ellas, y concentrarse en combatir la ansiedad que la produce.
Esto requerirá, frecuentemente, realizar importantes cambios en la vida de la persona, para escapar de esas situaciones que le producen esa ansiedad e infelicidad.
¿Por qué los pensamientos no desaparecen si no tengo ansiedad?
En algunas ocasiones, las personas con TOC consiguen reducir su ansiedad y aún así continúan teniendo algunos pensamientos obsesivos.
La causa de esto es que la ansiedad, aunque se haya reducido, continúa estando presente. Y no solamente la ansiedad sino también los bloqueos mentales.
Para empezar, es importante saber que algunas personas con TOC asocian tener menos ansiedad con haber dejado de tener ansiedad.
Las personas con TOC están acostumbradas a un nivel de ansiedad tan alto que cuando este nivel baja, algunas personas lo confunden con una desaparición total.
Por otro lado, aunque la ansiedad baje, continúan estando presentes algunos de los factores que explican el mantenimiento del TOC y por eso las obsesiones no desaparecen (aunque se hayan reducido).
Por ejemplo, puede estar llevando una vida insatisfactoria que no ha cambiado aunque la ansiedad se haya reducido. O también puede ser que haya aspectos de su personalidad inhibidos: la afectividad, la asertividad…
Esto lleva a la persona a no ser ella misma y, por lo tanto, se mantiene una tensión interna entre su comportamiento y sus verdaderos deseos o necesidades.
La situación actual ha mejorado y la ansiedad ha disminuido (pero no desaparecido), Sin embargo, como estos elementos se mantienen, las obsesiones pueden continuar (aunque más leves). Si la ansiedad vuelve, las obsesiones tomarán fuerza.
Para un tratamiento integral y efectivo del TOC, la terapia debe tratar la ansiedad de base, romper los bloqueos de la persona y ayudarle a lograr sus objetivos vitales.
Llevo años con TOC ¿Alguna vez se irá?
Muchas personas con TOC pasan años sufriéndolo. Durante esos años, es posible que hayan probado diferentes terapias e incluso que hayan perdido la esperanza.
Cuando se lleva tantos años sufriendo un TOC puede tender a cronificarse. De hecho, muchos profesionales de la salud mental dicen que el TOC es crónico y que sólo se puede medicar y aprender a sobrellevarlo. Eso merma aún más la esperaza del paciente.
En IPITIA, en base a nuestra experiencia terapéutica, no lo vemos así. Con una terapia contundente, hemos observado a muchos pacientes tener una mejoría muy significativa tras años sufriendo un TOC.
También hemos visto algunos casos de personas que han conseguido llevar una vida libre de obsesiones.
Por supuesto, el TOC no se “va”, no desaparece con el tiempo. En su lugar, es necesario realizar una terapia contundente que vaya a la raíz del problema: la ansiedad subyacente que causa el TOC.
Cuando la ansiedad comienza a disminuir, las obsesiones y compulsiones disminuyen también.
Si se tratan solamente los síntomas (obsesiones y compulsiones) y no la ansiedad que los causa, éstos síntomas podrán reaparecer o transformarse.
Por eso, es importante realizar una terapia profunda y holística que se focalice en la ansiedad y en conseguir cambios vitales significativos.
¿Puede el tiempo aliviar el TOC?
El TOC no puede aliviarse con el tiempo. De hecho, el tiempo puede agravar el TOC.
El TOC es un trastorno que causa un gran sufrimiento. Se produce principalmente por un alto nivel de ansiedad interna.
La persona con TOC suele haber vivido en su infancia o adolescencia una situación estresante o traumática. Ha crecido acostumbrándose a inhibir sus emociones, a adaptarse al mundo y a vivir racionalizando sus acciones.
Todo esto crea bloqueos mentales que, cuando la ansiedad aumenta, puede derivar en la aparición del TOC.
La persona con TOC vive una vida insatisfactoria. Ha crecido reprimiendo sus deseos y poniendo las necesidades de otros por delante de las suyas. Todo esto aumenta su nivel de ansiedad interna.
Por todo ello, el tiempo no cura el TOC, sino que no actuar alarga innecesariamente el tiempo de sufrimiento bajo la tiranía de las obsesiones y compulsiones. Y también el tiempo viviendo una vida que no es la deseada.
Además, pero antes se detecte el TOC mejor será el pronóstico y más rápido y eficaz será el tratamiento.