TOC Pedofilia
El trastorno obsesivo compulsivo se presenta de distintas formas. Los pensamientos, la intensidad y el grado de ellos varía de unas personas a otras. Siendo una experiencia distinta, el tratamiento también lo tiene que ser, se ha de adaptar a cada paciente como también hacer una diagnosis correcta de la problemática.
En esta sección, hablamos sobre uno de los trastornos obsesivos compulsivos menos conocidos y que puede generar mayor confusión para quienes no lo conocen; el TOC de pedofilia.
Las personas que lo padecen sufren mucho y precisamente por la temática de las obsesiones, la pedofilia, les cuesta mucho acudir a un profesional o hablar sobre el trastorno en sí, ya que muchas veces se malinterpreta o se asume un falso diagnóstico de pedofilia, sin embargo el TOC es algo muy distinto, se alimenta de miedo y no de deseo, nada tiene que ver con ser pedófilo.
¿En qué podemos ayudarte?
¿Qué es el TOC de pedofilia?
El TOC de pedofilia es un trastorno obsesivo en algunos casos sin compulsión, donde los pensamientos no controlados y reiterativos se centran en el miedo a cometer un acto sexual con un niño. Las personas con este TOC no desean hacer daño a un niño, ni cometer ningún acto sexual con ellos, no les excita, pero aún así viven atormentados por los pensamientos de que pueda ocurrir. La compulsión en la mayoría de los casos se centra en estar constantemente a la búsqueda de pruebas para confirmar si son o no son pedófilos.
La diferencia, por lo tanto, entre alguien que padece de TOC y un verdadero pedofilo es enorme. La paidofilia o pedofilia consiste en la excitación o el placer sexual con menores, normalmente entre 8 y 12 años, en cambio, la persona con TOC está aterrorizado de que algo así le pueda ocurrir evitando incluso estar cerca de menores.
¿Corren peligro los niños ante personas con esta problemática?
No, no corren ningún peligro, no hay de qué preocuparse más de que la persona que padece dicho trastorno se encuentre bien y tome la iniciativa de buscar ayuda profesional para poder dejar de lado el miedo a ese tipo de pensamientos.
Tengamos en cuenta que las personas que sufren de este TOC evitan situaciones en las que se puedan quedar a solas con niños, les cuesta incluso asumir la maternidad o paternidad por miedo a cometer un acto inapropiado con sus propios hijos o quedar al cuidado de algún menor. Las compulsiones en mucho de estos casos son de comprobación, es decir, cuando se está bajo la presencia de un menor tratar de asumir que efectivamente no les está causando ningún deseo inapropiado.
Posibles causas del TOC de pedofilia
El TOC de pedofilia al igual que el resto de trastornos obsesivos compulsivos tiene una base común: la ansiedad y el miedo. Cuanto más altos son los niveles de ansiedad se produce un mayor número de obsesiones que incrementan el miedo frente a los propios pensamientos.
La ansiedad para las personas que padecen este tipo de trastorno se ha convertido en una respuesta usual frente a estímulos cotidianos. La pulsión y el instinto se encuentran perdidos, no hallan una vía de salida, ya que se ha inhibido su respuesta natural por un exceso de la razón, de la ‘educación’, obviando la naturaleza del propio individuo.
Esto ocurre mayoritariamente a personas que han estado sometidas a factores estresantes a lo largo de su vida. Una educación castrante y sometedora que bajo un factor traumático empieza progresivamente a despertar una serie de pensamientos obsesivos que si no se tratan poco a poco aumentan y encuentran en la compulsión un alivio momentáneo para calmar la ansiedad.
El resultado de dichos factores sumados a la propia naturaleza y genética de la persona acostumbran a dar una personalidad inhibida, que ha aprendido errónea o correctamente que ciertos actos o motivos son perjudiciales, repugnantes y repulsivos. En estos casos la persona sentirá ansiedad frente a ciertos deseos normales y culpabilidad ante algunas satisfacciones normales. Los impulsos corporales están en conflicto y normalmente conviven con unos ideales muy altos de lo que es correcto y lo que no.
Una sexualidad poco integrada, el deseo de agradar y satisfacer a todo el mundo y una tendencia a la auto-degradación, sentirse cómodo frente al fracaso y la culpa. La represión vendría a ser algo así como decir: si no escucho mis impulsos no existen. Pues bien, lo que le pasa a personas con TOC es que la experiencia y la sumisión les llevó a capar por completo estos instintos confundiendolos con sus propios pensamientos hasta tal punto de ponerse a prueba constante para no caer en la culpa y el defecto, tan perjudicial en sus altos ideales de lo que se tienen que ser.
El TOC de pedofilia es un sufrimiento que en la mayoría de casos se lleva en silencio y que sobretodo es altamente perjudicial para quien lo padece y sus familiares por defecto.
Cómo tratar el TOC de pedofilia
Para tratar el TOC de pedofilia en primer lugar se tendrá que hacer una anamnesis profunda de la persona y un análisis exhaustivo de su trayectoria de vida encontrando los conflictos generadores de tanta ansiedad para poder resolverlos y darles entendimiento. Tengamos en cuenta que cada terapia es única y se tratará de modo único, pese a factores comunes en los pacientes la forma de vida y la experiencia de cada uno varía.
Se tendrá que construir una identidad capaz de adaptarse al medio y para ello es necesario resolver y restaurar parte de la psique de la persona que se ha quedado atrapada en el miedo y el sufrimiento. Encontrar un equilibrio entre la naturaleza de la persona y sus instintos, lo que vendría a ser algo parecido a poner en equilibrio el estado consciente e inconsciente de la persona.
Reforzar la personalidad del paciente, enseñarles a canalizar la rabia, el dolor y el deseo y darle las herramientas para empezar a construir una vida en libertad. No olvidemos que los instintos son un medio de adaptación y que al bloquearlos dificulta una sana supervivencia.
A través del Método Analítico – Experiencial activamos las pulsiones y trabajamos sin prejuicios con el fin de integrar la sexualidad, la rabia, la defensa, la autoestima, el valor encontrar las pasiones de la persona y llevarla a una posición vital conforme a sus deseos y arquetipo.
Todo ello a través de actividades guiadas y ejercicios propios del método donde además de la terapia, en algunos casos, se trabaja con técnicas teatrales, corporales y simbólicas, la práctica de ciertos deportes y actividades que ayudan a recobrar los instintos adormecidos.
Con el diálogo, la lectura y la búsqueda de referentes como con la integración de experiencias vitales iremos sacando a la persona de su posición estricta frente a la vida, liberándola del juicio extremo con el que se rige a sí misma y a su entorno.
Con el buen uso y el compromiso de la metodología Analítico – Experiencial la persona notará que cada vez son menores las obsesiones y en consecuencia las compulsiones bajando su estado de ansiedad y pudiendo llegar a la disolución del TOC.
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